La inacción de unos, conduce,
invariablemente,
a la inanición de otros.
Entre Troika y Troika,
(siempre)
tiran por que les toca.
Nos prometieron soluciones,
pero nunca dijeron
que fueran para nuestros males.
No hay mal
que por Ibex no venga.
Asistir a la caída del imperio, perplejos,
de que fuera la caída del imperio de la ley.
La única diferencia entre disparar a bocajarro,
y no socorrer al ahogado,
es que uno salpica sangre, el otro, solo agua.
No hay pan.
Asi, a secas,
ni chorizos ni ostias.
Hay estados de animo,
que son un desanimo.